Por: Dra. Natalia Salas*
Todos sabemos ya lo que provoca el Covid-19. A través de los medios de comunicación se nos ha informado de los síntomas que puede provocar la enfermedad: fiebre, tos seca y dificultad respiratoria principalmente.
Desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China (MTC) se pueden realizar acciones enfocadas tanto a la prevención, reforzando nuestro sistema inmunitario, como al tratamiento de los síntomas, siempre como complemento de las medidas que recomienda la medicina alopática. De esto también circula ya mucha información en los medios y en las redes sociales.
Pero, ¿que pasa con nuestro estado de ánimo? ¿Puede perjudicar nuestra salud y favorecer la disminución de nuestras defensas? ¿Podemos hacer algo para impedir las consecuencias psico-emocionales del confinamiento?
¿Quién no va a tener en estos momentos sentimientos de inseguridad, preocupación o rabia? Es normal, pero debemos intentar que no nos bloqueen, porque entonces será cuando surjan los problemas.
¡Qué fácil es decir eso! Pero ¿cómo lo hago?
Te propongo algunas herramientas caseras para vencer toda esa amalgama de emociones que nos invaden:
Rabia: cuando notes que la rabia, la frustración o la impotencia se apoderan de ti, intenta respirar hondo varias veces y dedica un tiempo a poner orden en la casa. La actividad física ayuda a rebajar ese sentimiento.
Ansiedad: si aparece la ansiedad, intenta centrar tu atención en una actividad que necesite concentración, como la lectura. Busca música que te lleve a sentimientos de alegría, bien por la música en sí, bien porque te lleve a recuerdos agradables…y baila.
Preocupación: cuando te des cuenta de que estás dándole vueltas a la misma idea desde hace un buen rato, ve a la cocina y prepara una suculenta receta para que los tuyos se “chupen los dedos”. Te hará sentirte fenomenal, y los problemas parecerán menores.
Nostalgia: estar rememorando tiempos pasados continuamente no ayuda a salir de la situación en la que nos encontramos. Coge papel y boli y haz un listado de todas las cosas buenas que te rodean, y de todas aquellas que tienes por realizar. Ordenar la casa y limpiarla también puede resultar una actividad positiva en estas ocasiones.
Inseguridad: es fácil tener sensación de inseguridad en estos momentos, pero no debemos dejarnos vencer por ella y tirar la toalla. La música clásica y la meditación ayudan mucho en estas circunstancias. Te ayudan a centrarte en ti mismo y olvidar todo lo que te rodea. Existen muchas meditaciones guiadas que te sirven de apoyo en caso de que seas principiante.
Seguro que estos consejos los has oído un montón de veces y piensas que son muy generales. Si sigues leyendo entenderás por qué cocinar te ayuda sobre todo con las preocupaciones y no tanto con la ansiedad.
Desde el punto de vista de la MTC, todo podía clasificarse en base a los 5 elementos de la Naturaleza: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua.
En cada elemento se englobaban muchas cosas: estaciones, colores, sabores, órganos, tejidos corporales, emociones, etc.
Estos cinco elementos se organizaban formando un ciclo: Existe un ciclo de generación, marcado por las flechas externas, donde un elemento da paso al siguiente.
Y también existe un ciclo de control, para que todo quede dentro de un orden, marcado por las flechas internas. Según la MTC, al igual que la persona se ve influenciada por muchos factores a nivel emocional, nuestros órganos también “sienten”, cada uno de ellos, una emoción. Si esa emoción se prolonga en el tiempo, puede acabar afectando a la función de ese órgano, provocando signos y síntomas físicos.
Así pues, la función de cada órgano de nuestro cuerpo se ve favorecida por una actividad mental y perjudicada por una emoción que se prolonga en el tiempo. Vamos a repasar rápidamente las actividades mentales y las emociones de cada uno de los cinco órganos Yin del cuerpo (los órganos que fabrican y almacenan todo aquello que necesitamos para vivir):
El Hígado (la Madera) requiere imaginación y creatividad, planificación y organización para funcionar correctamente. Por el contrario, lo que más le daña son los sentimientos de ira, rabia, frustración e impotencia. Cuando todo es correcto, el Hígado puede realizar sus funciones de depuración del cuerpo, conservación de la sangre, alimentación de los músculos y tendones, funciones defensivas.
El Corazón (el Fuego) requiere alegría y vitalidad para funcionar correctamente. En la antigua China, el corazón era llamado el Emperador,
porque de él dependen todas las demás funciones del organismo. Lo que más le daña es la ansiedad, que no le permite mantenerse lúcido para regir correctamente las funciones del cuerpo.
El Bazo-páncreas (la Tierra) necesita tranquilidad y calma para poder pensar con serenidad. Cuando el pensamiento se bloquea debido a las preocupaciones, podemos acabar teniendo problemas digestivos.
La Tierra es la encargada de nutrir a los demás, por lo que su alteración puede acabar generando problemas en los demás órganos. Estamos en época de cambios y esto desestabiliza mucho a este elemento.
El Pulmón (el Metal) necesita orden y limpieza (externa e interna) para realizar sus funciones de oxigenación de la sangre y formación de la energía que nos permite vivir. Lo que más le daña es la melancolía, la nostalgia, la pena. Si el pulmón no oxigena bien la sangre, nuestras células no van a poder fabricar bien lo que necesitamos para vivir, y toda nuestra maquinaria se resiente, muchas veces en forma de cansancio.
El Riñón (el Agua) necesita tener sensación de seguridad para ejercer sus labores de control de los líquidos orgánicos, el mantenimiento de los huesos, del aparato reproductor y del sistema nervioso. Lo que más perjudica al Riñón es el miedo, la inseguridad, la incertidumbre y el estrés.
Ahora que conocemos lo que afecta a cada órgano y conocemos el ciclo de control, podemos entender el porqué de cada actividad recomendada:
El Metal controla la Madera: el pulmón, que nos permite respirar,
va a controlar los accesos de rabia, frustración e impotencia que podemos sufrir. Además recomendamos ejercicio activo porque la Madera son los músculos y la actividad.
El Agua controla el Fuego: la ansiedad puede controlarse con alguna
actividad que requiera concentración, como el agua que apaga el fuego. Bailar es una actividad que aporta alegría, por lo que reforzamos
aquello que potencia el equilibrio del Fuego.
La Madera controla la Tierra: las preocupaciones pueden mitigarse
con una actividad que nos haga movernos pero sin demasiado esfuerzo, como puede ser la cocina, que además es la actividad favorita del
elemento Tierra, cuya misión es nutrir a los demás.
El Fuego controla el Metal: cuando nos sintamos nostálgicos, busquemos algo que nos aporte alegría, buenos recuerdos, ya que la alegría es lo que potencia el Fuego, que a su vez controla el Metal. La limpieza y el orden proporcionan equilibrio al Metal, venciendo así la nostalgia y la falta de energía.
La Tierra controla el Agua: cuando aparezca la inseguridad, la incertidumbre, utiliza las características de la Tierra para vencerlas: un pensamiento tranquilo y sereno, como es la meditación puede ayudarte a vencer los miedos. La música clásica, armoniosa y fluida aporta tranquilidad, tan necesaria en estos días.
Buscar y mantener nuestro equilibrio emocional es fundamental, no solo en esta peculiar situación que vivimos, sino en la vida diaria en general. Es la base de nuestro buen funcionamiento orgánico. Y esto incluye nuestras defensas, que tan necesarias son hoy en día.
Desde el punto de vista de la MTC, la energía defensiva (que ellos llamaban energía Wei) se forma en dos órganos muy importantes, el riñón y el hígado (en nuestra medicina moderna podemos decir lo mismo), y difunde en todo el cuerpo gracias al pulmón. Si estos tres órganos se ven dañados, nuestras defensas no serán óptimas, por lo que es más fácil que el virus penetre en nuestro cuerpo. Así pues, debemos intentar evitar al máximo las emociones que los dañan, es decir la rabia, la impotencia, la frustración, el miedo, el estrés, la inseguridad y la nostalgia, la pena y la melancolía.
Además, la energía defensiva es una energía adquirida, es decir una energía que formamos día a día gracias a lo que comemos y lo que respiramos. Así pues, también será importante que nuestro sistema digestivo esté en las mejores condiciones posibles para poder realizar unas buenas digestiones y una buena absorción de los nutrientes. Por lo tanto, también será importante minimizar las preocupaciones y los pensamientos repetitivos.
Si queremos mantener nuestra salud física y mental es de vital importancia que cuidemos nuestra alimentación y nuestro cuerpo físico pero no nos olvidemos de nuestra mente. Los sentimientos, las emociones no se ven pero pueden llegar a ser muy perjudiciales si no aprendemos a identificarlas y ponerles freno.
Dra. Natalia Salas.
Fundadora y formadora del Instituto de acupuntura Yào, médico acupuntor, traductora del Dr Tran Viet Dzung.